En 1845, en el Camino Real de la Mies del Valle (actual calle San Fernando), recibe el nombre de "Burgos" el tramo comprendido entre la casa de Isla (junto al actual Pasaje de Peña) y la plaza de Numancia. La casa de Isla formaba parte de los tinglados de Becedo, pertenecientes a Juan de Isla y Alvear. Construidos a mediados del siglo XVIII en ellos se fabricaba todo tipo de aperos, jarcias, cabos y demás utensilios navales destinados a los barcos que se construían y reparaban en Santander, Guarnizo, El Astillero, etc.
Calle Burgos (1910)
Debido a la quiebra de Juan de Isla y a varios incendios, los antiguos tinglados se fueron convirtiendo en almacenes, fraguas, tiendas, mesones y demás pequeñas industrias y negocios que fueron variando la fisonomía de la calle.
En 1862 un documento oficial establece que la calle "en lo sucesivo se llamará de la Alameda". Unos años más tarde, con motivo de la Revolución de 1868 recibió el nombre de "Veinticuatro de septiembre", nombre que conservó hasta la Restauración en 1876. Desde 1949 se denomina "calle Burgos" al tramo comprendido entre la calle Don Pelayo y la plaza de Numancia; es decir, el trazado actual.
En su último tramo la calle compartía espacio con la plaza del Reenganche, llamada así porque a mediados del siglo XIX, debido a los distintos contenciosos militares que tenía España con las colonias de ultramar, se instaló en ella la Oficina de Reenganche. En 1876 se inauguró en la plaza una fuente que se surtía del manantial de Perines. En 1955 se instaló en ella un busto del pintor Agustín Riancho.
A pesar del tiempo, la calle apenas sufrió cambios, especialmente en su acera norte, que prácticamente sigue igual. En su acera sur es donde ha tenido más cambios. Sin duda, la mayor transformación que ha sufrido la calle Burgos tuvo lugar a principios de los años 90 al ser construido el túnel subterráneo para el tráfico y hacer peatonal la calle. La plaza del Reenganche también fue modificada. Se suprimió el aparcamiento y el vial que la cruzaba, se integró con la calle Burgos formando una unidad y perdió su nombre, llamándose ahora Plaza de Juan Carlos I. La plaza de Numancia también fue modificada, cambiando su fisonomía.
Por la calle Burgos circuló el Tranvía Urbano, que comunicaba la plaza de Molnedo (Puertochico) con Peñacastillo.
Un poco de historia (LIV). La Rúa Mayor
Un poco de historia (LII). El Río de la Pila
Calle Burgos (1937)
En su último tramo la calle compartía espacio con la plaza del Reenganche, llamada así porque a mediados del siglo XIX, debido a los distintos contenciosos militares que tenía España con las colonias de ultramar, se instaló en ella la Oficina de Reenganche. En 1876 se inauguró en la plaza una fuente que se surtía del manantial de Perines. En 1955 se instaló en ella un busto del pintor Agustín Riancho.
Calle Burgos (1968)
Calle Burgos y plaza del Reenganche (años 60-70)
(Imagen procedente de "Cantabria y Santander en el recuerdo")
A pesar del tiempo, la calle apenas sufrió cambios, especialmente en su acera norte, que prácticamente sigue igual. En su acera sur es donde ha tenido más cambios. Sin duda, la mayor transformación que ha sufrido la calle Burgos tuvo lugar a principios de los años 90 al ser construido el túnel subterráneo para el tráfico y hacer peatonal la calle. La plaza del Reenganche también fue modificada. Se suprimió el aparcamiento y el vial que la cruzaba, se integró con la calle Burgos formando una unidad y perdió su nombre, llamándose ahora Plaza de Juan Carlos I. La plaza de Numancia también fue modificada, cambiando su fisonomía.
Obras de construcción del túnel subterráneo (1992)
Por la calle Burgos circuló el Tranvía Urbano, que comunicaba la plaza de Molnedo (Puertochico) con Peñacastillo.
Un poco de historia (LIV). La Rúa Mayor
Un poco de historia (LII). El Río de la Pila