lunes, 28 de octubre de 2019

125º Aniversario de los Bomberos Voluntarios de Santander (I)

Este año se cumplen los 125 años de la creación del Real Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Santander. Para conocer su historia hay que remontarse al 3 de noviembre de 1893, cuando la explosión del vapor Cabo Machichaco se llevó por delante la vida de prácticamente todos los bomberos de la ciudad.

Esto movilizó a la población civil, que se organizó para dotar a la ciudad de un cuerpo de bomberos. Además, de diversos pueblos de la provincia vinieron muchos jóvenes a ayudar a los santanderinos. De este modo se puso en marcha un proyecto al que se unieron miles de ciudadanos, dedicados a todas las actividades (ingenieros, comerciantes, empresarios, etc.). Este proyecto terminó en la constitución de la Sociedad de Bomberos Voluntarios, constituida en 1894. Poco a poco se fue involucrando más gente mediante aportaciones económicas que permitieron la adquisición de material de todo tipo (bombas, mangueras, trajes, etc.). Los socios, además, se comprometían a acudir a los siniestros y tomar parte en las maniobras y ejercicios necesarios.

Bomberos voluntarios en la calle Magallanes

José María González Trevilla, alcalde de Santander entonces, en una reunión que tuvo lugar el 10 de octubre de 1894, dio su apoyo al proyecto. A esa reunión asistió una comisión compuesta por Luis Torres Quevedo, Juan José Quintana, Sixto Gutiérrez Cueto, Manuel Fernández y Antonio Fernández Baladrón, que fue nombrado Presidente del Consejo de Administración, cargo que ocupó hasta 1926.

El comercio "La Tijera de Oro", propiedad de José Pellón y situado en la calle Atarazanas, fue el lugar donde se establecieron los prolegómenos de esta organización, ya que José Pellón era un gran entusiasta de la idea. Posteriormente fue nombrado Socio de Honor. En estos prolegómenos también participaron activamente Juan José Quintana, que había sido bombero en Cuba, y Bernardino Rovira. Entre los socios fundadores destacan Emilio Botín y López de Porrúa, Isidro Campo, Leopoldo Cortines, Antonio Mazarrasa, Eduardo Presmanes (miembro de la Junta Directiva) y Manuel Sierra (bombero y socio fundador).

En las reuniones de la Junta Directiva se fueron definiendo los distintos servicios que atenderían: bomberos, salvamento de personas y bienes, vigilancia y custodia, sanitario y auxilio de heridos, etc. En 1901, Alfonso XIII, a quien unía una gran amistad con Antonio Fernández Baladrón, otorgó a la institución el título de Real y ésta pasó a denominarse Real Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Santander.

La sede de los Bomberos Voluntarios estuvo inicialmente en la calle Magallanes, en unas dependencias del parque de Bomberos Municipales. Como estas instalaciones compartidas eran muy pequeñas, tanto ciudadanos particulares como empresarios, comerciantes, etc., realizaron una serie de donativos para la compra de terrenos y la construcción de una sede propia.

En 1905 se inaugura en la plaza de Numancia la nueva sede, diseñada en 1899 y construida por Valentín Lavín Casalís. Las obras se iniciaron en 1900 con la colocación de la primera piedra por parte de Alfonso XIII.

La plantilla posando en Numancia



125º Aniversario de los Bomberos Voluntarios de Santander (II)


lunes, 14 de octubre de 2019

Arqueología urbana (V)

Hace dos meses un seguidor anónimo del blog escribió un comentario en una entrada anterior de esta serie en el que me pregunta si sé qué es un "pequeño objeto metálico fijado al suelo que lleva ya mucho tiempo". Dicho "objeto" se encuentra en la acera sur del paseo del General Dávila, frente a la sucursal del banco BBVA situada en el número 306.

En las siguientes fotos se puede ver dicho "objeto".


Desde el primer momento supe lo que es, aunque no sé su nombre técnico. Hasta los años 90 había dispuestas por toda la ciudad una serie de tomas de agua para que los empleados de los servicios municipales encargados de la limpieza y mantenimiento de las calles y parques y jardines públicos pudieran conectar en ellas las mangueras que usaban. Dichas tomas tenían una cubierta metálica, de hierro, con una pequeña puerta de acceso.

La de las fotos debe ser la única que queda aunque, como se puede ver, lleva tiempo inutilizada, además de estar semienterrada. Estas cubiertas eran de color rojo. La pieza cuadrada que asoma por el agujero superior podría ser donde se encajaba la "llave" con la que se abría y cerraba la válvula del agua.

Desde que recibí el comentario sobre este "objeto" he estado buscando fotos antiguas en las que se vea alguno y sólo he podido encontrar la siguiente.

Calle San Fernando (1985)

Se puede ver una de estas cubierta en la esquina inferior derecha. Además, se puede apreciar que o no tiene puerta o la tiene abierta.


Arqueología urbana (VI)
Arqueología urbana (IV)