jueves, 22 de agosto de 2019

Arqueología urbana (IV)

Siguiendo con el tema de los mojones kilométricos de la entrada anterior, he localizado los mojones que indican los kilómetros 2 y 3.

El mojón 3 está situado al inicio de la calle Emilio Díaz Caneja, medio enterrado, junto al paso de peatones y la Facultad de Medicina.


El mojón 2 está en el número 117 de la calle La Gloria, en la entrada de la empresa Autocares Hernández.


Seguramente queden aún muchos más por descubrir y, según los vaya encontrando, los iré poniendo aquí.



Arqueología urbana (V)
Arqueología urbana (III)


martes, 20 de agosto de 2019

El otro Santander (XII)

El pasadizo Sarasola

Creo que no me equivoco si digo que esta es la calle más corta de Santander. Apenas mide unos metros de larga, y tampoco es muy ancha. En 1897 recibió este nombre un pasadizo, de propiedad privada, que discurría bajo un edificio y comunicaba las calles Burgos y San Luis. Cuando hace unos años se reformó el edificio y en los bajos se instaló la cafetería Valor, el pasadizo bajo el edificio desapareció, pero no la calle, ya que sigue habiendo un portal en ella, junto a la calle San Luis.


En la segunda foto superior puede verse la calle en toda su longitud.


El otro Santander (XI). La calle Cuesta


miércoles, 14 de agosto de 2019

Arqueología urbana (III)

Estoy seguro de que habéis pasado junto a ellos muchas veces y no los habéis visto. Son dos, separados entre sí dos kilómetros, y están en la acera sur del paseo del General Dávila. Son dos mojones que indican puntos kilométricos de cuando el paseo tenía la categoría de Carretera y, como tal, tenía indicadores de kilómetros. Por raro que parezca, se encuentran en bastante buen estado de conservación.

El primero está situado junto al muro de la finca La Cubana (en el número 113 del paseo) e indica el kilómetro 4.


El otro mojón, situado a dos kilómetros de distancia, está junto a la entrada del Hospital de Santa Clotilde e indica el kilómetro 6.





Arqueología urbana (IV)
Arqueología urbana (II)




viernes, 2 de agosto de 2019

Arqueología urbana (II)

Siguiendo el consejo de Álvaro, un seguidor del Blog, que dejó un comentario en el anterior artículo, voy a dedicar una serie a los objetos, adornos, etc., que podemos ver en las calles y que han sobrevivido al tiempo y, en la mayoría de los casos, han perdido la función para la que fueron creados: un viejo poste que ya no sostiene ningún tendido eléctrico, el letrero de un comercio que cerró hace muchos años y que aún sigue en la fachada pese a haber un nuevo comercio en el local, la vieja placa con el nombre de una calle que no ha sido reemplazada por una nueva, elementos de todo tipo incrustados en fachadas que aún siguen ahí pese a las reformas de las fachadas, etc., etc.

Si en el artículo anterior muestro un viejo altavoz que aún se puede ver en una fachada de la calle Isabel II empleado en los años 60-70 para animar la calle, sobre todo en Navidad, en los años 80-90 los comerciantes de la calle San Francisco también pusieron altavoces para animar la calle y aún es posible ver seis de esos altavoces que callaron hace muchos años.




El primero de ellos está en el primer tramo de la calle, cerca de la esquina con la calle Lealtad. El siguiente está entre las calles Lealtad y del Puente, y los cuatro últimos están entre la calle del Puente y la plaza de Velarde (Porticada).