viernes, 22 de febrero de 2019

Un poco de historia (LXXVI)

La calle Castelar

En 1885, a medida que la ciudad se iba expandiendo hacia el este y coincidiendo con la pronta finalización de la dársena de Puertochico, el urbanista Alejandro del Valle presenta un plan para construir tres nuevas calles que serían prolongación de las calles Calderón, General Espartero y Peñaherbosa. Así, quedaría una calle comercial frente a la dársena, otra como camino a El Sardinero y la tercera, más al norte, como camino al barrio de San Martín.

Puertochico (1884)

Así describía el plan las calles Castelar y Juan de la Cosa: "Atendida la gran importancia que es de esperar alcance la calle del norte de las construcciones, porque se presta perfectamente para que en el porvenir sea la carretera de la costa, debe ser aquélla tratada como avenida de primer orden y al efecto, cuanto mayor sea su latitud mayor será su importancia y mejor responderá a su utilidad, o sea de 16 metros (ocho para el arroyo), con sus andenes plantados de árboles. La calle posterior a la segunda línea de construcciones, o sea, el límite del Ensanche, deberá sujetarse a una latitud constante de diez metros, tomando su referencia la cerca nueva de la posesión de don Isidro Castanedo y los edificios últimamente levantados, pero cuidando de no repetir el quebrado en las alineaciones y rasantes de la calle de San Martín".

Este plan era considerado "la primera y mejor solución de la vía al Sardinero" ya que presentaba menos obstáculos y se preveía que la diferencia de nivel en el comienzo de las dos primeras calles proyectadas, Castelar y Juan de la Cosa, "no constituía obstáculo para el movimiento rodado".

Calle Castelar y dársena de Puertochico (1914)
Calle Castelar y dársena de Puertochico (años 20)


La calle Castelar se trazó como un amplio andén con jardines bajos y alameda, paralela a la cual discurría la carretera de servicio del puerto. En el centro de la alameda estaban la Comandancia de Marina y el despacho de los Prácticos del Puerto, hasta que en 1949 el Ayuntamiento hizo una permuta y la Capitanía fue trasladada al muelle de Maliaño, donde sigue actualmente. La calle terminaba junto a la fábrica de gas. Hasta ahí llegaban las líneas de los tranvías a Peñacastillo y a El Astillero. El tranvía a El Sardinero, al llegar a Molnedo seguía por la calle Juan de la Cosa.

Al inicio de los años 50 el Ayuntamiento negocia con la Compañía Española de Electricidad y Gas Lebón la compra de una parte de sus terrenos para prolongar la calle Castelar hasta la avenida de Reina Victoria. Este tramo de la calle es conocido popularmente como la Cuesta del Gas.

Calle Castelar y dársena de Puertochico (años 60)

La última gran reforma de la calle tuvo lugar a inicios de siglo, cuando empezaron las obras de construcción del aparcamiento subterráneo, inaugurado en julio de 2002.

La calle recibió su nombre actual en julio de 1899, después de la muerte de Emilio Castelar (1832-1899), eminente político del siglo XIX que presidió la Primera República entre 1873 y 1874. También pasó a la Historia por su elocuente oratoria.


Un poco de historia (LXXVII). La plaza de Pombo
Un poco de historia (LXXV). El barrio de San Martín y la calle Juan de la Cosa


viernes, 15 de febrero de 2019

Aniversario del incendio

Hoy se cumplen 78 años del incendio que destruyó el centro de Santander, una de las mayores tragedias que ha vivido la ciudad a lo largo de su historia. Cuando España acababa de salir de una guerra, y el resto del mundo se hallaba en guerra, Santander se vio envuelta en un gran incendio que duró tres días, avivado por fuertes rachas de viento sur, y que dejó sin hogar a más de 10.000 personas. Entre tanta desgracia, sólo hubo una víctima mortal, un bombero de Madrid, Julián Sánchez García, al que le cayó encima una pared mientras hacía labores de desescombro en la calle Lealtad. Falleció unos días después en el hospital Valdecilla al no superar las lesiones que sufrió.

Vista desde la calle Tantín