En 1885, a medida que la ciudad se iba expandiendo hacia el este y coincidiendo con la pronta finalización de la dársena de Puertochico, el urbanista Alejandro del Valle presenta un plan para construir tres nuevas calles que serían prolongación de las calles Calderón, General Espartero y Peñaherbosa. Así, quedaría una calle comercial frente a la dársena, otra como camino a El Sardinero y la tercera, más al norte, como camino al barrio de San Martín.
Puertochico (1884)
Así describía el plan las calles Castelar y Juan de la Cosa: "Atendida la gran importancia que es de esperar alcance la calle del norte de las construcciones, porque se presta perfectamente para que en el porvenir sea la carretera de la costa, debe ser aquélla tratada como avenida de primer orden y al efecto, cuanto mayor sea su latitud mayor será su importancia y mejor responderá a su utilidad, o sea de 16 metros (ocho para el arroyo), con sus andenes plantados de árboles. La calle posterior a la segunda línea de construcciones, o sea, el límite del Ensanche, deberá sujetarse a una latitud constante de diez metros, tomando su referencia la cerca nueva de la posesión de don Isidro Castanedo y los edificios últimamente levantados, pero cuidando de no repetir el quebrado en las alineaciones y rasantes de la calle de San Martín".
Este plan era considerado "la primera y mejor solución de la vía al Sardinero" ya que presentaba menos obstáculos y se preveía que la diferencia de nivel en el comienzo de las dos primeras calles proyectadas, Castelar y Juan de la Cosa, "no constituía obstáculo para el movimiento rodado".
Calle Castelar y dársena de Puertochico (1914)
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Calle Castelar y dársena de Puertochico (años 30-40)
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La calle Castelar se trazó como un amplio andén con jardines bajos y alameda, paralela a la cual discurría la carretera de servicio del puerto. En el centro de la alameda estaban la Comandancia de Marina y el despacho de los Prácticos del Puerto, hasta que en 1947 el Ayuntamiento hizo una permuta y la Capitanía fue trasladada al muelle de Maliaño, donde sigue actualmente. La calle terminaba junto a la fábrica de gas. Hasta ahí llegaban las líneas de los tranvías a Peñacastillo y a El Astillero. El tranvía a El Sardinero, al llegar a Molnedo seguía por la calle Juan de la Cosa.
Al inicio de los años 50 el Ayuntamiento negocia con la Compañía Española de Electricidad y Gas Lebón la compra de una parte de sus terrenos para prolongar la calle Castelar hasta la avenida de Reina Victoria. Este tramo de la calle es conocido popularmente como la Cuesta del Gas.
Calle Castelar y dársena de Puertochico (años 60)
La última gran reforma de la calle tuvo lugar a inicios de siglo, cuando empezaron las obras de construcción del aparcamiento subterráneo, inaugurado en julio de 2002.
La calle recibió su nombre actual en julio de 1899, después de la muerte de Emilio Castelar (1832-1899), eminente político del siglo XIX que presidió la Primera República entre 1873 y 1874. También pasó a la Historia por su elocuente oratoria.
La calle recibió su nombre actual en julio de 1899, después de la muerte de Emilio Castelar (1832-1899), eminente político del siglo XIX que presidió la Primera República entre 1873 y 1874. También pasó a la Historia por su elocuente oratoria.
Un poco de historia (LXXVII). La plaza de Pombo
Un poco de historia (LXXV). El barrio de San Martín y la calle Juan de la Cosa