Todos pasamos a su lado a diario y no nos fijamos en ella, pero rememora un hecho importante de nuestra historia. Es la columna de piedra que está al final de la Alameda de Oviedo, en Cuatro Caminos. Fue inaugurada en 1948 y rememora el 700º aniversario de la reconquista de Sevilla por Fernando III. En un lateral contiene la siguiente inscripción:
En este año de 1948, al conmemorarse el VII centenario de la reconquista
de Sevilla por el Santo Rey Don Fernando III, la muy noble, siempre
leal, decidida, siempre benéfica y excelentísima ciudad de Santander,
hónrase enaltecida y jubilosa mostrando en este monumento el blasón que
con orgullo ha llevado durante siglos el antiguo concejo de la noble y
leal villa de Santander como testimonio de la participación en esa
gloriosa gesta de la Marina de Castilla al mando del primer almirante de
España, Don Ramón de Bonifaz y Camargo.
Por este hecho el rey concedió a la villa de Santander el privilegio de que en su escudo figuren el río Guadalquivir, la Torre del Oro de Sevilla, la nao capitana y la cadena que bloqueaba el río rota. También hay una calle dedicada a Ramón de Bonifaz en Santander.
En otra de sus caras tiene el que es considerado el escudo más antiguo de Santander, procedente de un edificio del siglo XVI, así como la inscripción latina Sevilla capta (Sevilla capturada), el año de la reconquista de Sevilla, 1248, el de erección del monumento, 1948, así como un vítor (o víctor).
El vítor (o víctor) es un simbolo de origen romano, concretamente del crismón del Bajo Imperio Romano. A partir del siglo XIV algunas universidades españolas lo adoptaron como emblema conmemorativo de quienes se doctoraban. Después de la Guerra Civil, y durante la dictadura, se utilizó como símbolo de victoria y como emblema personal del dictador.