El 28 de diciembre de 1884 se inaugura oficialmente el suministro de agua a Santander. Después de muchos proyectos que no se llevaron a cabo, en 1882 empiezan las obras para traer agua a Santander desde La Molina, en el valle de Toranzo. La empresa encargada estableció sus oficinas en un edificio construido en Pronillo. El 25 de enero de 1885 se inaugura un monumento conmemorativo en la Alameda Segunda. Consistía en un surtidor que vertía sus aguas en una escalinata que terminaba en un estanque.