Después de haber sido desmontada y sometida a un proceso de restauración la Grúa de Piedra ha vuelto a la base que le da nombre para que siga siendo un icono de la ciudad, aunque ha perdido su color gris original y, sobre todo, el movimiento, pues la han dejado inmóvil.
A finales del siglo XIX el puerto de Santander tenía un importante tráfico de mercancías y la actividad en los muelles era frenética, con barcos cargando y descargando, trenes y carros transportando mercancías, etc. Sin embargo, debido a la poca capacidad de carga de las grúas del puerto (las más potentes sólo podían cargar hasta 8 toneladas) los barcos con cargas muy pesadas tenían que ir a otros puertos cercanos, como el de Bilbao. Esto llevó a la Junta de Obras del Puerto a encargar a los ingenieros F.V. Sheldon y Otto Gerdtzen el diseño y construcción de una grúa que pudiera cargar hasta 30 toneladas.
El 17 de mayo de 1900 fue inaugurada en el Muelle de la Monja, o de Maura, la grúa más potente vista hasta entonces en Santander. Fue situada sobre una gran base construida con bloques de piedra procedentes de los antiguos muelles. Como el muelle era de madera la base de la grúa descansa sobre el lecho de la bahía. La grúa estaba accionada por una máquina de vapor, su estructura era metálica y estaba construida con el mejor acero de la época.
En la parte de atrás se puede ver la caldera a vapor
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Raqueros junto a la grúa
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La punta de su pluma se eleva 14 metros sobre el muelle y el cable del gancho es tan largo que le permite descargar barcos con las mareas bajas más vivas, pudiendo alcanzar una longitud de hasta 23 metros desde la polea. Tiene un radio de acción de 11 metros y para soportar la tensión de las cargas la grúa dispone en su parte trasera de un contrapeso de 34 toneladas. En las pruebas iniciales pudo cargar sin dificultad una gabarra lastrada que pesaba 36 toneladas. La grúa (diseño y construcción) costó un total de 70.500 pesetas de la época. A ese importe hay que sumar las 4.320 pesetas que costó un mecanismo secundario que permite mover de forma manual, empleando la fuerza de 6 hombres, cargas de menos de 10 toneladas de peso. En 1927 la máquina de vapor que la accionaba fue reemplazada por un motor eléctrico.
Antigua postal (1910)
Descargando una locomotora a vapor
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Descargando un trolebús de dos pisos (1961)
(Imagen procedente de "Cantabria y Santander en el recuerdo") |
No tuvo que pasar mucho tiempo para que la grúa empezara a ser conocida como la "grúa de piedra" por la base en la que está asentada. En los puertos existía la costumbre de denominar "grúa titán" a la grúa más potente, la que podía mover más peso. Durante casi toda su vida útil la Grúa de Piedra fue la grúa titán del puerto de Santander, ya que las grúas más potentes "sólo" podían mover hasta 12 toneladas. La grúa estuvo en servicio hasta los primeros años 90, aunque los últimos años era usada de forma esporádica.
Placa restaurada situada en la pluma
La Grúa de Piedra después de la restauración
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