martes, 20 de octubre de 2020

Un poco de historia (LXXXVIII)

La plaza de los Remedios

La actual plaza de los Remedios tiene su origen en una antigua plazuela en la que desembocaban las calles Francisco de Quevedo, Puerta la Sierra, Lealtad y Remedios. Las calles Puerta la Sierra y Remedios desaparecieron al trazarse las nuevas calles después del incendio de 1941.

En el siglo XVIII el obispo Menéndez de Luarca compró una casona que presidía la plaza y que tenía una finca en la parte trasera que lindaba con el convento de las Madres Clarisas. Menéndez de Luarca instaló en dicha casona la sede episcopal.

En 1859 el obispo Arias Teijeiro accedió a ceder las cuadras y otras dependencias de la casona al Ayuntamiento para destinarlas a parque de bomberos. Lo que iba a ser una cesión provisional duró más de veinte años. En 1903 la sede episcopal se trasladó al nuevo palacio mandado construir por el obispo Sánchez de Castro, después de vender la casona de los Remedios.


Plaza de los Remedios (1912)

Del origen del nombre no se tiene constancia en ningún documento oficial, pero a finales del siglo XVII ya figuraba en el callejero oficial de la ciudad como nombre de la plaza y de la calle anexa. En 1788 se estableció en ella la primera estafeta postal que hubo en Santander. En 1862 la plaza recibe el nombre de "Plaza del general Prim" pero en 1874, durante la Restauración, la plaza recupera su nombre anterior, que aún conserva.

Cuando la casona que fue Palacio Episcopal quedó vacía en 1903, se instaló en ella la oficina de Correos hasta que se construyó el edificio de la avenida de Alfonso XIII. El alcalde Enrique del Castillo, conocido como "el piqueta", derribó algunas casas para dar a la plaza algo más de espacio, entre ellas la casa en la que se encontraba la entonces famosa trapería de Mangao. En 1931 fue derribada la casona que fue Palacio Episcopal y en su solar se construyó el Teatro María Lisarda Coliseum, inaugurado en 1933 y que confirió más prestancia al lugar.

El incendio de 1941 destruyó prácticamente todos los edificios de la plaza, excepto el Coliseum, que se utilizó como punto de partida para trazar la nueva alineación de las calles de esa zona. Sin embargo, la plaza siguió conservando su orientación y dimensiones.

Plaza de los Remedios (años 90)


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