El alcalde, el gobernador civil y el Estado tuvieron que adoptar decisiones transcendentes para la ciudad, como mantener o no el relieve anterior del terreno y el trazado de las calles. Los responsables de la reconstrucción se decantaron por expropiar todo al área siniestrada, ya que su urbanismo (calles estrechas de trazado y origen medieval, edificios por doquier, etc.) incumplía muchas normas de urbanismo y salubridad. Para hacer frente a las expropiaciones y a la planificación, se crearon la Junta de Reconstrucción y el Tribunal Arbitral de Seguros, que obligó a las compañías aseguradoras a pagar las pólizas, pues éstas pretendían eximirse del pago. El 3 de septiembre el Ayuntamiento pudo empezar a expropiar las fincas de la zona siniestrada y concertar un crédito con el Instituto de Crédito para la Reconstrucción Nacional para pagar a los expropiados. Las expropiaciones costaron unos 20 millones de pesetas.
La Dirección General de Arquitectura fue la responsable de la nueva planificación de la ciudad. Optó por un desmonte de toda la zona afectada y tuvo dos objetivos básicos: hacer un trazado llano, eliminando cuestas, y facilitar la comunicación del centro de la ciudad con la zona marítima, para lo que había que eliminar el cerro de Somorrostro. El acceso al puerto se completó con la apertura del Pasaje de Peña, que atraviesa lo que quedó del cerro. Según cálculo de la época, el desmonte del cerro supuso remover unos 300.000 metros cúbicos de tierra que se emplearon en la construcción de la explanada de El Camello. A su vez, el desescombro supuso el traslado de 150.000 metros cúbicos de cascotes.
Las fotos superiores permiten ver cómo quedó la zona siniestrada tras hacerse el desescombro y el desmonte. El edificio que se ve a la izquierda de la primera foto fue el único que se salvó ya que era de reciente construcción y su estructura ya era de hormigón, en lugar de madera, y hierro. Por ese motivo, la gente le llamó "la diosa del fuego".
El primer edificio construido fue el de "La Polar", llamado así por la compañía de seguros que lo construyó. Está situado en la esquina de la avenida de Calvo Sotelo con la calle Del Puente. La construcción de los nuevos edificios, ya con estructura de hormigón, se aceleró a partir de 1945 debido a que se podía disponer de materiales de construcción pese al bloqueo internacional. En el nuevo trazado de las antiguas calles de Atarazanas, Colón y La Ribera, ahora unificadas en la nueva avenida de Calvo Sotelo, es donde más edificios, y de mayor porte, se construyeron al ser el nuevo eje principal de la ciudad. Se decidió hacer una gran plaza que concentrara los principales centros oficiales, resultando de ello la plaza de Velarde. A un lado se instalaron el Gobierno Civil, el Gobierno Militar y el Ateneo, y al otro lado se instalaron Hacienda y la Cámara de Comercio. Aunque en un principio estaba previsto que el Ayuntamiento se instalara al fondo de la misma, éste cedió dicho espacio a la Caja de Ahorros.
La primera foto superior muestra los trabajos de desmonte del cerro de Somorrostro, necesarios para poder prolongar las calles Lealtad e Isabel II y comunicar así el centro con la zona marítima. En la segunda foto se ve el desmonte realizado para poder crear las nuevas calles Juan de Herrera, San Francisco y la plaza de Velarde.
Por lo que a la población respecta, mientras que los pisos y locales de los nuevos edificios del centro fueron ocupados por los más pudientes, por despachos profesionales y oficinas públicas, etc., debido, entre otras cosas, a los altos precios y alquileres, las clases más modestas fueron repartidas por distintas zonas de la ciudad, siendo los más humildes los que más lejos fueron realojados. Las primeras viviendas que se construyeron fueron el grupo "Santos Mártires", entre las calles Los Acebedos y Vía Cornelia. En 1943 empezó a construirse el poblado "Sotileza", el Barrio Pesquero, al extremo de los muelles de Maliaño. También se construyeron las viviendas para militares de la calle San José y el barrio "Sixto Obrador" para los empleados de RENFE en Cajo. Gracias a la Suscripción Nacional el Ayuntamiento construyó el poblado "Carlos Ruiz García" en Campogiro. Con cargo al Estado se levantó el grupo "Canda Landáburu" en La Albericia (más conocido como las "casucas", en el barrio de Lavapiés). La Obra Sindical del Hogar construyó los grupos "José María de Pereda", entre las calles San Celedonio y Vista Alegre, "Pero Niño", en la calle Guevara, "Pedro Velarde", en la calle Jerónimo Sainz de la Maza, y "Jacobo Roldán Losada", en la Quinta Porrúa, en el paseo del General Dávila. Las tareas de reconstrucción se dieron oficialmente por finalizadas a finales de los años cincuenta.
La primera foto muestra la construcción del edificio de "La Equitativa", en la esquina de la plaza de Atarazanas y la avenida de Calvo Sotelo. En la segunda foto se puede ver el trazado de la nueva calle Juan de Herrera, los trabajos de reconstrucción de la iglesia de La Compañía y cómo aún no se había realizado todo el desmonte. Incluso aún se pueden ver los restos de la Casona de Villatorre, a la izquierda de la foto.
Las fotos superiores muestran tres momentos de la restauración de la Catedral.
En 1989 se inauguró un monumento a la reconstrucción de Santander esculpido por el escultor José Cobo Calderón. Primero estuvo en la rotonda situada junto al Hotel Bahía pero actualmente, debido a la transformación que ha sufrido esa zona de la ciudad, está integrado en la plaza de Farolas, lo que le hace más accesible. Está formado por dos elementos diferenciados: por un lado, un grupo de figuras de bronce aisladas, pero que comparten un espacio, y que constituyen un homenaje al hombre actual frente al poder de la naturaleza; y por otro lado, un gran bloque de mármol blanco con seis figuras que representan el renacimiento, la reconstrucción.
El incendio de Santander (VII). Repercusión
En la primera foto, además de el de Ubierna, aparece un pequeño edificio que inicialmente se quiso conservar (creo) y que era un palacio o algo así. ¿Sabes que era exactamente?
ResponderEliminarHola. Ese "pequeño edificio" en realidad no es tal, sino parte de la fachada delantera del edificio que estaba ahí y que resultó destruido por el fuego. En el artículo dedicado a la calle Lealtad (tienes el enlace más abajo) puedes ver una foto de cómo quedó dicho edificio tras el incendio. Efectivamente, parece que quisieron conservar esa parte (muy bonita, por cierto) pero, por algún motivo, acabaron derribándola.
Eliminarhttps://escenasdesantander.blogspot.com.es/2017/01/un-poco-de-historia-lviii.html
Entonces no es ningún palacio? Tiene un blasón bastante interesante...
EliminarHola. Por lo que yo sé en la calle Lealtad no había ningún palacio ni casa señorial. Los palacios más cercanos eran el Palacio Episcopal, que estuvo en la plaza de Los Remedios en el solar donde construyeron el Cine Coliseum unos años antes del incendio, y el Palacio de Villatorre, que estaba en la plaza Vieja, junto a la iglesia de La Compañía. En ningún libro sobre el incendio he encontrado referencias a esos restos, sólo fotos en las que se les ve. Lamento no poder ayudarte más.
EliminarNo te preocupes, muy amable. Gracias y saludos
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