Hasta que empezaron las obras del Centro Botín y de los Jardines de Pereda, en la plaza de Farolas, cerca de la gasolinera y de una entrada peatonal al parking subterráneo, estaba el monumento al Fuero de Santander. El Ayuntamiento ha dicho que cuando acaben las obras este monumento volverá a ser colocado. El fuero eran los estatutos jurídicos que se aplicaban a una determinada localidad y la concedían normas, derechos y privilegios. Los fueros recogían las costumbres de cada localidad, además de los privilegios otorgados por los reyes a las mismas, así como el conjunto de disposiciones que preservaban la nobleza, el clero y el vasallaje de una zona. Eran un pacto solemne entre los pobladores y el rey, y también, por extensión, eran las leyes que regían determinada comarca o localidad.
El 11 de julio de 1187 el rey Alfonso VIII de Castilla nombró al abad de San Emeterio dueño y señor del pueblo y dotó a la villa de Santander de un fuero que tendía a facilitar el tráfico marítimo, la pesca y el comercio, actividades de las que la Abadía recibía sus tributos, así como la elaboración de escabeches y las explotaciones vinícolas.
El monumento es un bloque de piedra en el que se puede ver el que se considera el primer sello con que contó Santander y que representa a los tripulantes de una nave arriando las velas. Debajo del sello hay un fragmento en latín del texto del fuero, el nombre del rey y la fecha de otorgamiento (se puede leer el texto completo en latín, así como su traducción, en esta página de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes):
Si aliqua navis veniens ad villam Sancti Emetherii, periclitata et fracta fuerit, quidquid dominis suis de rebus quas navis continebat, poterint invenire, nullus eis aufferat, nec vim eis inferre presumat.
Si aliqua navis veniens ad villam Sancti Emetherii, periclitata et fracta fuerit, quidquid dominis suis de rebus quas navis continebat, poterint invenire, nullus eis aufferat, nec vim eis inferre presumat.
Alfonso VIII
Fuero de Santander 11-VIII-1187
"Si a la villa de San Emeterio aportase nave rota y náufraga, nadie tome cosa de cuanto la nave encierre y tuviera dueño averiguado, ni sea osado de hacerle fuerza".
El monumento es obra del escultor cántabro Jesús Otero y fue inaugurado el 30 de agosto de 1987.
ACTUALIZACIÓN
Tras la remodelación de los Jardines de Pereda el monumento ha vuelto a ser colocado. Ahora está cerca de donde estaba antes, en la avenida de Alfonso XIII, frente a la cafetería del Hotel Bahía, en un lugar en el que está casi siempre en sombra y en el que pasa totalmente desapercibido. Tampoco hay un letrero, una placa, etc., que diga qué es.
ACTUALIZACIÓN
Tras la remodelación de los Jardines de Pereda el monumento ha vuelto a ser colocado. Ahora está cerca de donde estaba antes, en la avenida de Alfonso XIII, frente a la cafetería del Hotel Bahía, en un lugar en el que está casi siempre en sombra y en el que pasa totalmente desapercibido. Tampoco hay un letrero, una placa, etc., que diga qué es.
Es ,al menos,indignante que no informemos a los que nos visitan.
ResponderEliminarsobre monumentos como este
Así pasa ,también,con la esfera terrestre de Piquio, potente instrumento astrológico,,la cual está despintada y descolorida y que,además está al pié de una pérgola que proyecta sombra.No se quién se ocupa de ello ,pero no merece el puesto
Saben ustedes que ,salvo error por mi parte ,no existe en Santander ningún cuadro del Padre Rabago?
Hola. Sí, tienes razón. La desidia en el mantenimiento de los monumentos de la ciudad por parte del Ayuntamiento viene ya de muy lejos. La mayoría de ellos están faltos de cuidados y sin ningún panel informativo que explique qué es, no hay más que darse una vuelta por la ciudad. Respecto al Padre Rábago, sinceramente, no sé si hay algún cuadro de él en la ciudad.
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